jueves, 9 de julio de 2009

En ocasiones me levanto con una extraña sensación. Me he dado cuenta de que no soy capaz de diferenciar si lo que he soñado ha sido un sueño o algo que ha ocurrido realmente.
Por las mañanas me siento desconcertada, totalmente perdida, y eso consigue asustarme muchas veces.
Quizá sea mejor no saber nada.
Quizá sea una buena manera de esconder mi impulsividad.

No hay comentarios: