sábado, 13 de septiembre de 2008

Conde de Lautreamont


Vuelvo a los cafés donde uno no se pertenece,
Donde afloran los mareados y otros flojean en la zurda.
Todo, hasta mis pasos pierden sentido.
Qué lejos me parece cuando llegué aquí,
Con paso tan triunfal
Esperando mi copa con lágrima, mi botella de Beaujolais,
Que la traiga un ángel para inmolarme.
Vuelve al café su tempestad húmeda
Vuelvo a embriagarme lento, simulando no beber.
Hoy nada espero aquí sentado
A lo más, perder este corazón.



Esta entrada o el día de hoy...se lo dedico a Mel Blanc.
¡¡Esto es todo amigos!!




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