Ultimamente siento que mi cuerpo experimenta un continuo cambio de emociones. Tengo el humor alterado, estoy nerviosa, TODO me produce ganas de vomitar y me estoy volviento apática con algunos temas en concreto.
Esta semana he estado recordando viejos amores. ¡Hacía tanto tiempo que no escuchaba canciones que me recordasen a él! Y ahora me siento extraña mientras suena "Iter Impius" en mis altavoces. No es que le quiera, es que echo de menos muchísimas cosas.
A menudo me pregunto si vivo más del pasado que del presente. Me paso el día a día dándole vueltas a cosas que han ocurrido hace meses y la mitad de las "teorías" que hago son películas que me monto yo sola y que pueden estar a millas y millas de la realidad. ¡Dios! ¿Cúantas veces me dijo él éso? Y yo sabía que tenía razón pero era tan insegura, estaba tan perdida y equivocada...
Vuelvo a escuchar por quinta vez la misma canción.
Duermo más de lo normal, estoy siempre cansada, tengo un nudo en la boca del estómago y mi casa es un desastre. Estoy exhausta, consumida, y cada vez me cuesta más aparentar que no pasa nada.
Vuelvo a escuchar por sexta vez la misma canción.
Esta semana me ha apetecido cambiar radicalmente de look. Es algo que suelo hacer cuando estoy asqueada de la vida. Cambiar fisicamente me hace parecer que he cambiado como persona, aunque cuando pasan los días te vuelves a acostumbrar a tí mismo. Es curioso, intento acostumbrarme a mí. Intento habituarme a mis fallos, a mis defectos, a mi mal humor, a mis contradicciones, a los dimes y dirites entre "yo" y "yo misma".
Vuelvo a escuchar por séptima vez la misma canción.
Me siento mala persona. No comprendo el motivo por el que me quejo tanto de todo. ¿Tan mala es mi vida? ¿No estoy siendo demasiado egoista?
Desilusión, amor, melancolía, insatisfacción, rechazo.
Vuelvo a escuchar por octava vez la misma canción. Creo que la escucharé muchas veces esta noche.
Creo que lloraré con ella.
Esta entrada se la dedico a "Pain of Salvation".
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